jueves, 29 de mayo de 2008

Todos tenemos algunos minutos de fama. Estos fueron los mios.

Amsterdam, enero del 2002. Yo vivia mi cuarto invierno holandes, y, creanme, de holandesa yo todavia no tenia ni un pelo. Eran ya casi las 11 de la noche y no me acuerdo por que, pero yo estaba sola, y tampoco me acuerdo mi estado de animo, pero si me acuerdo que cada vez que estaba en Holanda, era invierno, de noche y yo estaba sola, mi estado de animo era comparable con el de un niño al que se le acaba de caer la bola de helado de su cucurucho al suelo. Si, asi de angustiada, estoy segura. De repente, suena el telefono. En lugar de oir una voz oigo como esa fritura que se oye cuando alguien llama larga distancia. Si, la hora y la fritura me aseguraban que alguien me llamaba desde Argentina. Ma?????? Mama sos vos!?!?!?! No se por que la gente cuando habla a larga distancia grita. Debe ser el entusiasmo mezclado con la ignorancia de que si gritas el otro te escucha mejor. Ah, si, y ademas que de tanto hablar con los holandeses en voz bajita cuando me habla alguien de Argentina se me birla y me sale todo a los gritos. En fin, contaba que se oian sonidos entrecortados, hasta que oigo una voz masculina con acento bien porteño que dice:

-Pepa?????

-Si, quien habla?????

-Te estamos llamando de Argentina, de la produccion un programa de radio, no se si conoces, El exprimidor, de Ari Paluch.

- ???

- Te llamamos porque encontramos tu nombre en una base de datos de argentinos en Holanda... Y como Maxima Zorreguieta se esta por casar con el principe de alla, queriamos que alguien nos cuente como lo vive la gente, que esta pasando.

-Bueno, dale! (me hago la canchera, yo pensando que me iban a mandar las preguntas por mail, arreglar un horario mañana para llamarme...)

- OK, esta temrinando la tanda, salis al aire en 30 segundos!

De repente escucho que Taragui, que no se que, yo desorbitada no entendia nada, y de repente una voz que yo conocia, de la tele, de la radio, no se de donde, pero era una voz y una manera de hablar muy reconocibles, y dice: Estamos en comunicacion directa con Holanda, con Pepa la Viva, una argentina que vive alla que nos va a contar como se vive blablablabla....

Mi corazon que casi se escapaba de mi pecho. Siempre dije "yo soy adicta a la adrenalina", pero si alguna vez lo vuelvo a decir, por favor no me crean nada, que esa sensacion de adrenalina que te recorre el cuerpo hasta hacerte zumbar los oidos no esta buena. Para nada. Ya se que la situacion no es para tanto, pero salgo en vivo loco! En la radio!

Interrupcion: Al otro lado del mundo, hora pico, embotellamiento en la Panamericana, a mi tio Roberto le caia una gota de sudor por la frente. No me acuerdo si en ese momento el tenia ese auto, pero en algun momento tuvo una Meari, una especie de jeep todo medio polvoriento, sin aire acondicionado, y en mi fantasia el estaba sentado en la Meari mientras escuchaba a Ari Paluch. De repente escucha quien iba a hablar. Porque claro, me agarro todo tan desprevenida que no tuve tiempo de avisarle a nadie que escuchara, asi que fue todo asi de sorpresa. Depsues me conto que subio el volumen de la radio y miraba a su alrededor a los otros automovilistas que no tenian idea de que le pasaba a ese loco que todo sacado se cagaba de la risa. Claro, el trataba de compartir ese momento Si! Pepa! Mi sobrina! No se cual es el merito de conocer a alguien famoso que cuando nos pasa lo contamos con orgullo. Ni hablar de alguien no famoso que sale dos minutos en la radio.

Bueno, conte mi historia, a mis viejos los empezo a llamar gente que me escucho de casualidad, y yo durante la conversacion me hice la intelectual y conte toda la historia de la gente que estaba en contra del casamiento porque el papa de Maxima habia participado en la dictadura, le mande un analisis de la cultura holandesa, sus principios y valores, y hasta mande un comentario sobre la situacion de la Argentina en ese momento...

15 minutos mas tarde suena el telefono de vuelta. Hola! Te llamamos de FM HIT, queres salir en la radio? Obvio que si, ahi le empece a agarrar el gustito, hasta que me dicen: pero ojo eh, que esto es FM HIT... Nada de politica, ni de manifestaciones... La palabra dictadura no va con esta radio, es bien frivola, entendes?

Bueno. Quisiera temirnar mi relato asi espectacularmente. Contando que sali al aire y mande un mensaje politicoa todos los argentinos, que deje oir mi voz critica con una contundente declaracion sobre los derechos humanos y mi fervente opinion de que deberian inmediatamente abolirse todas las monarquias del mundo... Pero no. Que hice? Dije que si. Sali al aire y ocnteste todas sus preguntas, incluyendo quien fue el diseñador del vestido de Maxima, en que hotel era la fiesta, si se dieron un beso en publico... Toditas. Una por una. Soy lo peorrrrrrrrrr. Me odie por unos dias por haber sido tan cobarde.

Bueno, eso. Esos fueron mis cinco minutos de fama. Una verguenza.

sábado, 24 de mayo de 2008

La Polonesa

Siempre odie el carnaval carioca. No se por que, esos sombreros que te hacen transpirar la frente, pe peee pe-pé pe-pé, pe peee pe-pé pe-pé, papel picado que se te pega en todo el cuerpo, el pogo en donde todos te pisan con taco aguja ahi, ahi en el dedo gordo del pie, que con tanto cuidado te estuviste pintando con esmalte colorado, y te lo rompen, la pintura de la cara corrida, el olor a champagne que le sale de la boca al desaforado que de repente aprovecha la cancion de Xuxa para toquetearte mientras baila... Es como que representa el final decadente de una fiesta en donde todo estaba pautado y de repente nos damos entre todos el permiso al descontrol. Pero bueno, confieso que participo siempre, no me gusta ser la ortiva de ninguna fiesta y despues de unos cuantos vasos de vino suelo creer que la Mona Gimenez "algo de onda tiene".

Si hay algo que no puede faltar en un carnaval carioca es el trencito. Es como un momento de union entre todos los invitados, en el que nadie se quiere quedar afuera, y en el que se puede obligar hasta a la abuela de la novia, que se quedo sentada repitiendo el tiramisu de la mesa dulce y sin que nadie se de cuenta se saco los zapatos abajo de la mesa porque le dolia tanto ese juanete, a participar utilizando la vieja tecnica de pasamos-con-el-trencito-por-todas-las-mesas-y-agarramos-a-todos-de-zopeton. Si, nunca falla. Todo esto lo odie, hasta que me vine a vivir a un lugar en donde el odiar todo esto es la norma oficial. Al holandes promedio le da verguenza sumarse a cualquier tipo de trencito. Ellos hasta le pusieron un nombre: La Polonesa. No tengo la menor idea de por que se llama asi, pero lo que si se es que para ellos La Polonesa representa todo lo que temen, como por ejemplo:

-hacer tonterias en publico
-hacer mucho ruido (lo que implica acciones como gritar, cantar o cualquier sonido euforico como uu-uu, aaa-aaa, ni hablar de pe-pe-pe-pe)
-que te toque alguien que no te conoce
-dejar de ser individuo para pasar a ser un grupo
-llamar la atencion
-dejarse llevar por cualquier tipo de emocion

Este reglamento lo vi aplicado ya a varios casamientos. Su deseo de que la fiesta transcurra lo mas tranquila posible, y preferentemente desapercibida, es tan grande que hasta a veces mandan una carta adjunta a la invitacion en donde escriben sus instrucciones. Llegue a ver cartas en las que se anuncia que cualquier tipo de show, ya sea cantado, bailado o actuado esta prohibido durante la fiesta. Tambien vi pedidos del novio y la novia a los invitados de limitarse en la cantidad de discursos o palabras afectuosas que se quieran decir en la fiesta, y, si todavia alguien se anima a querer hacer cualquier demostracion de cariño a los novios, que se comunique por escrito, minimo con tres semanas de anticipacion, pidiendole permiso al maestro de ceremonias para que este evalue el discurso y decida el lugar indicado en el programa. Ah, eso si, si es que queda lugar, porque por supuesto hay un maximo de discursos admitidos para la fiesta.

Pero la semana pasada vivi mi mayor indignacion. Casamiento holandes. Dia hermoso. Buena onda. Gente linda. Clima distendido. Con el correr de las horas la gente empezo a entonarse y a pasarla bien. Nada de bailar, aca es siempre de parado charlando y tomando. Hasta que la musica de fondo empezo in crecsendo. Que bueno, pense, por fin, ya me dolian las piernas de estar con estos tacos parada charlando. Depsues de unos temas neutrales se oyen la intro de I will survive y la multitud se desata. Las mujeres se quedan descalzas, los hombres se desabrochan el ultimo boton de la camisa. Los jovenes de la fiesta empiezan a bailar y los mas grandes los siguen. De repente, la Lambada. Cancion que nunca me gusto pero desde que vivo aca lo latino es como que me pertenece y quiero que se note. El tio simpaticon de la novia me ve bailando tan contenta, se me acerca y me invita a empezar La Polonesa. Y la gente se prende. Estoy asi en mi mundo polonesico tratando de hacer como viborita con el trencito por entre las mesas (nunca puede faltar) y en un momento siento una mano en la espalda. Me doy vuelta y veo que es el maestro de ceremonias que me decia algo pero con la musica yo no lo oia. Me acerco un poco y mis oidos no pueden creer las palabras que salen de su boca: "Disculpeme, señorita, pero los novios me han pedido explicitamente que no permitamos durante la fiesta la formacion de ninguna Polonesa, asi que le pido por favor desarmar el trencito y seguir bailando sueltos". Pro-hi-bi-cion de Polonesa (!!!). Por decreto. No señora, si a usted le divierte bailar andando en trencito, muy bien, pero no aqui, en nuestra fiesta. El meneito, ok. La macarena, bueno. Pero nada de andar ahi correteando todos agarrados de la cintura, que eso es un escandalo. Desde ese mismo momento, lo supe. No solo soy fan de la Polonesa sino que me he propuesto empezar yo misma una y cada una de las Polonesas que pueda en este pais. Me convertire en una activista de Polonesas. Implementare la Polonesa radical. Polarizare a los invitados y unire seguidores del fundamentalismo polones. Aunque tenga que pasar a la clandestinidad, aunque los maestros de ceremonias quieran obstaculizar mi iniciativa. Aunque los novios manden millones de cartas proponiendo una veda de polonesas. Yo seguire adelante. Juntare firmas. Mandare videos anonimos con polonesas. Llevare mi propia musica brasilera, asi sea en un pequeño pasacasette portatil, lo hare. Y no parare hasta que esta gente entienda. Señoras y señores: No se olviden de la Polonesa. Amen.

lunes, 19 de mayo de 2008

All I want to do is...

Yo siempre me quejo de las costumbres holandesas. Soy el gran ejemplo de "la gata Flora", como diria mi papa. Que se visten lindo, pero a quien le importa si tenes que andar siempre con tres camperas arriba. Que tienen fiestas muy buenas, pero si total no saben bailar. Que son muy bien organizados, pero como me enerva que sean tan estructurados. Bueno, y asi puedo seguir hooooras. A veces necesito escuchar (o leer) a otra gente que se fue a vivir a otras partes del mundo y se detiene a mirar las cosas con curiosidad, en lugar de juicio. Por eso me gusta leer Segun Patala, porque me inspira a hacer eso. Entonces agarre un dia, sali con la camara y empece a mirar, cosa que no hacia desde hace tiempo. Y me gusto. En dos minutos me encontre con el mismo cuadro que veo todos los dias cuando llego a la estacion central de Amsterdam para tomarme el tren a mi trabajo, pero de repente lo vi. Vi lo que habia visto aquel dia que llegue por primera vez a esta ciudad. Vi la sencillez de los holandeses, esa de la cual ellos estan orgullosos, y cuando mire esto me di cuenta por que. Vi esa falta de espacio que ellos se toman con sentido del humor, esa brutalidad que ellos tienen en la que lo crudo, lo viejo y lo original dicen "me la banco". Algo que ya me parece tan cotidiano, aca lo hace todo el mundo, todos los dias, todo el año y en cualquier lugar. Vi esa obviedad que para ellos es la igualdad. Cosas que en este pais hacen todos: el estudiante, el gobernador, el principe, la ama de casa, el empresario y las abuelas. Y encima son todas casi iguales, uno ni las puede diferenciar. De vez en cuando les ponen flores de papel o las pintan fluroescentes, solo para encontrarlas mas facilmente. O quizas solo porque les gusta, les dan ese "touch". Bueno, ahi va la foto. Y ahi, en el medio, un poco a la derecha, un cachito para atras, ahi esta la mia.

lunes, 5 de mayo de 2008

Fiebre naranja

Nunca me habia dado cuenta de que en Argentina teniamos tantos feriados. Ni siquiera me habia puesto a pensar en sus significados. Simplemente los relacionaba durante la escuela primaria con sus respectivos actos (y los temas que me preocupaban eran: quien sera abanderado? me disfrazare de dama antigua o de negra mazamorrera? me tocara bailar el gato con Guido o con Ferdi?), y en la escuela secundaria los relacionaba nada mas que con los fines de semana largos y lo que me preocupaba era si ibamos en tren a Mardel o si a alguien le prestaban el auto. Pero el hecho de que practicamente cada mes del año tenga un feriado me parecia lo mas natural del mundo.

Bueno, no lo es. En Holanda tienen un par de feriados al año y listo. Y, como son ellos, decidieron utilizarlos de la manera mas eficiente posible. Un par de fiestas religiosas de las que nunca habia oido, las que por ser en la primavera se relacionan hoy en dia con algun festival de musica que se realiza siempre en esas fechas, y todos los feriados nacionales los concentraron en uno solo: EL DIA DE LA REINA. EL 30 de abril cumplio años la reina (la abuela de la que tenemos ahora, digamos) y se decidio hacer de su cumpleaños una fiesta patria y festejarlo bien a la holandesa, eso quiere decir que durante un dia entero esta permitido hacer todo lo que normalmente no esta permitido.

Ese dia se visten todos de naranja, que es el color nacional, y salen a la calle a descontrolar. Sombreros, pelucas, calzas naranjas, se pintan la cara, aerosol para el pelo, bebes con enteritos naranjas, zapatillas, etc. La ciudad entera se convierte en un gran mercado callejero ya que la costumbre es vender o ganar dinero como se te ocurra. Hay muchos que sacan cada cachivache que encuentran en el altillo y lo ponen a la venta. Otros cocinan torta, galletitas o hamburguesas, sacan la parrila a la vereda y las venden. Otros deciden ofrecer algun servicio, como masajes callejeros, un beso con lengua por un euro, peluquerias en la vereda... Y otros, especialmente los chicos, se inclinan mas por el entretenimiento, cantan, bailan, hacen rondo flicflac o inventan algun juego tipo kermes para que la gente participe por alguna monedita. Cada esquina tiene carpas o puestos de Heineken por supuesto, ya que la tradicion es empezar a tomar cerveza desde las 10 de la mañana, cada uno con su bandejita de carton para poder llevar 6 cervezas al mismo tiempo con una sola mano y mientras tanto caminar y disfrutar del espectaculo. Ojo que esta todo muy bien pensado. En las plazas y calles principales hay recitales, fiestas techno, bungee-jumping, shows de salsa y merengue y gente haciendo picnics o directamente sentada en el piso con botellas de vino y una guitarra parea hacerse su propia fiesta. Y bueno, como simepre, drogas. Ese dia sefumasetomasetragaseinyectaseinhala.... como nunca.

El primer año que lo vivi me parecio increible. Baile en cada esquina, me emborrache a las 11 de la mañana, compre cosas inutiles y me quede en algun parque, volada, hasta que se hizo de noche. Los años siguiente empece a descrubir las otras caras de Queensday, como por ejemplo:
-la cantidad de holandeses "campesinos" (como los llaman aca) que huele feo y te grita en la cara y te choca sin pedirte disculpas.
-la cantidad de mugre que se junta en pocas horas: latas de cerveza, montañas de envases y papeles y porquerias flotando en el agua de los canales.
-los borrachos que se agarran a piñas.
-la gente que a eso de las 6 de la tarde ya esta tomando merca en la vereda al lado de una familia comiendose unas papas fritas.
-la multitud que no te deja ni caminar y te lleva por delante.

Es la edad? Puede ser, odio admitirlo. Pero creo que no solo es eso. Confieso que de vez en cuando me gustan los excesos. Pero a ver mi querida Amsterdam a eso de las 9 de la noche toda destrozada, meada, vomitada y aplastada me da como tristeza. Y ademas de todo, ese caos organizado de los holandeses me pone los pelos de punta. Todo ese descontrol para ver como a las 9 de la noche de repente se apaga la musica (ya que cada parlante tiene un permiso para estar encendido en un determinado lugar con un determinado horario), se apagan las luces, se baja el telon, la gente se toma el bondi a sus casas y directo empiezan los trabajadores municipales a limpiar todo ese menjunje pastoso que la gente dejo. Me pone sobria en un segundo y la verdad es que no me gusta esa sensacion. Siguen toda la noche limpiando y al dia siguiente uno sale a la calle como si nada hubiese pasado. Nadie mas esta de naranja, a la mayoriase le fue el pedo o sigue durmiendo, la basura desaparecio y la vida continua.

Y ya casi no hay mas feriados hasta le proximo año.