Ni Vicky, ni Christina.
Barcelona, si.
2014.
lunes, 16 de marzo de 2009
sábado, 14 de marzo de 2009
Chan Chan
Hoy escribi un post en mi blog laboral sobre ciertas frases holandesas que me son imposibles de traducir o explicar en español. Son tan intrinsecas de la cultura que resultan inentendibles para el extranjero, o por lo menos para alguien latnoamericano.
De repente se me ocurrio una palabra que seria lo mismo pero al reves. Una palabra que es parte de la cultura argentina tanto como el bife de chorizo, pero no tan rica, ni jugosa, ni mucho menos tierna y que realmente no se puede traducir.
Se trata... señoras y señores, damas y caballeros, estimado publico... nada mas y nada menos que de el...
CHANTA ARGENTINO
Podria decir solo "chanta", pero lamentablemente me resulta casi inevitable unir este personaje colorinche al gentilicio (epa que algo de la clase de lengua me quedo) argentino. Es como Moria y Casan, Sanguche y Demiga o Besame y Mucho. Van juntas. Son inseparables.
Y yo extraño a mi pais... Yo extraño mis costumbres... Pero si hay algo que no extraño es la idea del chanta, que te caga, te estafa, te miente, se aprovecha, te roba, te hace el cuento del tio, te engaña, te mete los cuernos, y todo, todo esto lo hace con una sonrisa de oreja a oreja y se lo cuenta orgulloso a sus amigotes como si se hubiera ganado el premio nobel de la viveza.
Pero OK, admitamoslo. Todos tenemos aunque sea un poquito del chanta adentro. Cualquiera que haya vivido su infancia en el "cono sur" fue impregnado con un poco de chantada en algun momento de su vida. Y el que no lo tiene se siente un boludo porque hay tanto chanta dando vueltas que lo deben estafar cada dos por tres.
Cuando recien llegue a Holanda no paraba de pensar todo lo que podia hacer para aprovecharme de esta sociedad ingenua, indefensa y despojada de chantaje. En el tranvia no te controlaban el boleto. Esta lleno de negocios self-service. Hasta hay supermercados en los que cada consumidor tiene su propio scanner para ir marcando cada producto que uno mete en el changuito y cuando termina uno se imprime su propio ticket. Expliquenme como funcionaria eso en la Argentina.
Pero me estoy curando, se me esta yendo. De a poco, eso si. Pero no fueron las multas que pague cuando me descubrieron. Fue mi marido que cada vez que se rehusaba a hacer alguna chantada conmigo me decia: Pero nena, vos por que te pensas que las cosas funcionan aca! Porque la gente no piensa como vos.
Muy cierto.
De repente se me ocurrio una palabra que seria lo mismo pero al reves. Una palabra que es parte de la cultura argentina tanto como el bife de chorizo, pero no tan rica, ni jugosa, ni mucho menos tierna y que realmente no se puede traducir.
Se trata... señoras y señores, damas y caballeros, estimado publico... nada mas y nada menos que de el...
CHANTA ARGENTINO
Podria decir solo "chanta", pero lamentablemente me resulta casi inevitable unir este personaje colorinche al gentilicio (epa que algo de la clase de lengua me quedo) argentino. Es como Moria y Casan, Sanguche y Demiga o Besame y Mucho. Van juntas. Son inseparables.
Y yo extraño a mi pais... Yo extraño mis costumbres... Pero si hay algo que no extraño es la idea del chanta, que te caga, te estafa, te miente, se aprovecha, te roba, te hace el cuento del tio, te engaña, te mete los cuernos, y todo, todo esto lo hace con una sonrisa de oreja a oreja y se lo cuenta orgulloso a sus amigotes como si se hubiera ganado el premio nobel de la viveza.
Pero OK, admitamoslo. Todos tenemos aunque sea un poquito del chanta adentro. Cualquiera que haya vivido su infancia en el "cono sur" fue impregnado con un poco de chantada en algun momento de su vida. Y el que no lo tiene se siente un boludo porque hay tanto chanta dando vueltas que lo deben estafar cada dos por tres.
Cuando recien llegue a Holanda no paraba de pensar todo lo que podia hacer para aprovecharme de esta sociedad ingenua, indefensa y despojada de chantaje. En el tranvia no te controlaban el boleto. Esta lleno de negocios self-service. Hasta hay supermercados en los que cada consumidor tiene su propio scanner para ir marcando cada producto que uno mete en el changuito y cuando termina uno se imprime su propio ticket. Expliquenme como funcionaria eso en la Argentina.
Pero me estoy curando, se me esta yendo. De a poco, eso si. Pero no fueron las multas que pague cuando me descubrieron. Fue mi marido que cada vez que se rehusaba a hacer alguna chantada conmigo me decia: Pero nena, vos por que te pensas que las cosas funcionan aca! Porque la gente no piensa como vos.
Muy cierto.
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